Inventan unas farolas que podrían gestionar multas y proteger a las maltratadas
Un equipo de investigadores ha desarrollado una red de farolas "inteligentes" que analizan las necesidades de iluminación de las calles, reducen el consumo energético y, a través de una conexión a Internet, podrían ayudar a gestionar las multas del tráfico y a controlar el desplazamiento de personas mayores, mujeres maltratadas o enfermos de alzheimer.
El proyecto ha sido presentado en el marco de la Semana Europea de la Energía Sostenible, en la Casa de la Ciencia de Sevilla, centro de divulgación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La red de farolas ha sido presentada a través del proyecto "Small night light", desarrollado por la empresa Sinergias, y cuenta con el apoyo de la Estación Biológica de Doñana, instituto de investigación del CSIC en Sevilla.
A grandes rasgos, el proyecto propone la sustitución de las tradicionales farolas de iluminación urbana, que funcionan a base de lámparas de vapor de mercurio y vapor de sodio, por lámparas con tecnología "led", de bajo consumo. Sólo con este cambio el ahorro energético podría rondar en torno a un 50-70%.
Además, contempla la instalación en cada una de las farolas de un nodo de comunicación con conexión inalámbrica que les permita intercambiar información entre ellas sobre el ritmo de uso de las calles, y así determinar en qué momento es necesario una mayor iluminación y durante cuánto tiempo (porque no es lo mismo la velocidad de paso de un vehículo que la de un peatón).
Así, estas farolas sólo se encenderían cuando la intensidad lumínica fuera inferior a lo necesario, con independencia de la hora y la estación del año.
De igual modo, se encenderían de forma tenue en la franja horaria que se determinara, y se utilizarían a pleno rendimiento sólo en el momento de ocupación de la vía, tanto por personas como por vehículos, de acuerdo a su velocidad y sentido.
Los nodos de comunicación instalados en cada una de las farolas podrían tener un uso adicional al control de la iluminación. Como contarían con conexión a Internet, podrían utilizarse para monitorizar otras necesidades urbanas y prestar otros servicios, como detectar las plazas de aparcamiento libres, controlar los exceso de velocidad y la gestión de las multas de tráfico, y ayudar a efectivos de las fuerzas de seguridad a encontrar de forma más rápida el sitio donde ha ocurrido un incidente.
A través de algún tipo de pulsera o llavero, podrían ayudar también a controlar el desplazamiento de personas mayores, mujeres amenazadas y maltratadas y a enfermos de alzheimer u otras enfermedades crónicas.

Las personas con fibrosis quística piden el cribado neonatal en toda españa
La Federación Española de Fibrosis Quística reclama la implantación del cribado neonatal de esta enfermedad en todo el territorio nacional para conseguir el diagnóstico temprano y mejorar así la calidad de vida de los pacientes.
La entidad hace esta reivindicación en vísperas del Día Nacional de la Fibrosis Quística, que se celebrará el próximo miércoles, 27 de abril, con el objetivo de concienciar a la población de las necesidades de las personas que viven con esta enfermedad.
Según explicó la federación, en España hay seis comunidades donde no existen planes que incluyan el diagnóstico neonatal: Asturias, Cantabria, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Sin embargo, argumenta, el cribado neonatal es una práctica que apoyan "la inmensa mayoría de los especialistas" y que supone un coste "minúsculo", si se compara con el ahorro que a la larga puede generar.
La fibrosis quística es una enfermedad crónica de origen genético que afecta a diferentes órganos del cuerpo, sobre todo pulmones y páncreas, y que aparece en una de cada 4.000 personas que nacen en España.

Un análisis de sangre permite descubrir si la causa de la migraña es alimentaria
Las personas que tienen migraña pueden descubrir ya con un análisis de sangre si el origen de la enfermedad es o no alimentario y abordarla, en consecuencia, con las herramientas adecuadas para la causa concreta.
El tipo de análisis en cuestión se ha bautizado como "Migratest" y se realiza ya en un total de 350 centros de extracción de sangre repartidos por toda España y pertenecientes a 46 laboratorios.
Según han informado estos laboratorios, "Migratest" analiza, a través de un análisis de sangre, el nivel de actividad de la enzima DiAminoOxidasa (DAO), la responsable de metabolizar la histamina, una molécula presente en mayor o menor grado en todos los alimentos. Un exceso de histamina en el cuerpo puede ser el desencadenante de una crisis de migraña.
Con esta prueba, el paciente sabrá si tiene una actividad de la DAO reducida o normal, es decir, si su organismo produce la cantidad suficiente de esta enzima para metabolizar la histamina correctamente. Si la cantidad es reducida, la histamina se acumulará en exceso, por lo que deberá tomar medidas para minimizar sus efectos.
Entre estas medidas figura la reducción del consumo de alimentos altos en histamina, como los embutidos, pescados y mariscos, algunos quesos y cítricos, entre otros, y de bebidas alcohólicas o ciertos medicamentos como analgésicos y antiasmáticos, que inhiben la actividad de la citada enzima.
"Migratest" nace como resultado de un estudio realizado por la Cátedra de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, que indica que el 95% de los migrañosos estudiados tiene un déficit de DAO, es decir que no produce esta enzima en la misma cantidad que las personas sanas, lo que a su vez provoca un exceso de histamina que no se puede neutralizar y acaba generando migraña.

Feafes reclama mejoras en la atención a la salud mental para "completar la reforma psiquiátrica"
El 25 de abril de 1986 se aprobó en España la Ley General de Sanidad que abría el camino a la reforma psiquiátrica, y con ella al cierre de la práctica totalidad de los Hospitales Psiquiátricos que se mantenían en funcionamiento. Tras 25 años, las asociaciones de personas con enfermedad mental y familiares reunidas en la Confederación Feafes todavía reclaman el cumplimiento integral de esta ley y mejoras en la atención que reciben.
En un comunicado, el presidente de Feafes, José María Sánchez Monge, señala esta fecha como aquella en que se reconoció el derecho de las personas con un trastorno mental a recibir un tratamiento a su enfermedad sin que eso supusiera "separarlas de su comunidad".
Desde Feafes quieren celebrar este "aniversario de la reforma psiquiátrica", como "una apuesta clara" de la inclusión de la persona con enfermedad mental en la sociedad y para adoptar "un modelo de atención comunitaria". Según esta organización, en estos años las mejoras en la atención en salud mental "son innegables". Entre los avances, Sánchez Monge destaca la consolidación de una Estrategia en Salud Mental a nivel estatal y el desarrollo de la Ley de Autonomía Personal.
Sin embargo, el presidente de la Confederación reconoce que existe una "insuficiencia de recursos, tanto en número como en calidad" que provoca que muchas personas con enfermedad mental no accedan a ningún tipo de tratamiento ni de apoyo social. "Son necesarias esas mejoras para que podamos decir que se ha completado la reforma psiquiátrica", agrega.
Además, Sánchez Monge reconoce que la realidad a la que se enfrentan las personas con problemas de salud mental es su situación de exclusión social. "Comprobamos que todavía muchos siguen sufriendo situaciones similares a las que se producían en los antiguos Hospitales Psiquiátricos”, lamenta Sánchez Monge, en referencia a las personas que viven en centros penitenciarios, que están sin hogar, o viven en sus casas, pero "sin recibir ninguna atención".
"LOS MUROS DEL ESTIGMA"
Desde la Confederación, que reúne a 281 asociaciones de personas con enfermedad mental y familiares, proponen la mejora de las Unidades de Salud Mental y el desarrollo de una adecuada "atención comunitaria", tal y como establece la Ley General de Sanidad, con especial énfasis en los programas de atención en los domicilios.
"Así se impedirían la mayoría de los ingresos involuntarios y muchas de las vulneraciones de la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU que aún sufre nuestro colectivo”, explican desde Feafes.
Por último, quieren "celebrar la caída de los muros" de la práctica totalidad de los Hospitales Psiquiátricos. Pero al mismo tiempo, se lamentan de que todavía sigan en pie los "muros del estigma y los prejuicios" a los que se enfrentan las personas con una enfermedad mental. "Confiamos en que en los próximos años, con el trabajo de las Administraciones Públicas y la comprensión del conjunto de la sociedad, también podamos derribar esas barreras", concluye Sánchez Monge.
"LO PEOR QUE TE PODÍA PASAR"
Como recoge el comunicado de Feafes, Francesc Tudurí recuerda perfectamente su primer ingreso en un Hospital Psiquiátrico. Fue el 13 de octubre de 1974, cuando se despertó atado en el centro de Santa Faz (Alicante). Muchos años después, subraya que "entrar en ese sitio era lo peor que te podía pasar", puesto que "el que entraba estaba marcado".
El ahora presidente de la Asociación de Usuarios Pro-Salud Mental de Menorca (S’Olivera) se lamenta de que entonces en esos lugares "no había ningún entretenimiento" y "la medicación te dejaba totalmente anulado". Así, las primeras imágenes que le vienen a la cabeza al recordar su internamiento en Santa Faz son "las paredes altas" y "la gente tirada por el suelo".
Francesc se felicita de que en la actualidad los centros de salud mental son "completamente diferentes", pero al mismo tiempo protesta por el hecho de que en ocasiones la policía intervenga en los ingresos hospitalarios de las personas con enfermedad mental. "Va en contra de la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con Discapacidad", argumenta, y señala que un ingreso en esas condiciones supone "un trauma para la persona ingresada y su familia".
Por eso, defiende que, cuando son necesarios, los ingresos en Unidades de Salud Mental deben realizarse a través del "acompañamiento terapéutico y el diálogo". Según él, la violencia en los ingresos involuntarios es lo que provoca que muchas veces las personas con enfermedad mental no deseen acudir a los centros de salud.
En España, más de un millón de personas tiene un trastorno mental grave, mientras que se calcula que el 88% de las personas con enfermedad mental conviven con sus familias.
